Ruido blanco y ruido rosa
El ruido blanco es un ruido cuya densidad espectral de potencia es independiente de la frecuencia. Contiene todo el espectro de audible: el nivel potencia de cada uno de los tonos (frecuencias) es el mismo. El resultado es un sonido constante suma de todas las frecuencias, igual que el color blanco es la suma de todos los colores, de ahí el nombre de ruido blanco. Se trata de un sonido uniforme, constante y que resulta placentero. Ejemplos de ruido blanco serían el sonido de la lluvia o el romper de las olas del mar. En nuestro entorno diario también hay otros objetos que producen ruidos blancos. El sonido de la lavadora o el lavavajillas serían algunos ejemplos. Sin duda, una televisión que no está sintonizada es generadora también de ruido blanco.
Es el ruido por definición y, tal como dice la definición, es una señal cuyos valores son aleatorios, y fin… Sin ninguna característica especial. Al estar compuesto de valores aleatorios, todas las frecuencias tienen la misma probabilidad de ocurrir, así que si lo analizamos en un analizador de espectro veremos que tiene la misma energía en todas las frecuencias, por lo que tiene un espectro plano.
Si configuramos el analizador para que muestre el espectro por bandas de octava (modo de visualización también muy común), es decir, mostrando barras que representan la energía contenida entre octavas o divisiones de octavas, veremos que según subimos en frecuencia, las barras son más altas, ya que cada banda representa la energía en un rango de frecuencias que duplica al anterior, por lo que habrá más energía representada.
Para que se entienda: en la barra de octava que representa las frecuencias de 200 Hz a 400 Hz habrá menos energía que en la de 400 Hz a 800 Hz, ya que la segunda representa la energía de una mayor cantidad de frecuencias. Y así progresivamente según subimos en frecuencia.
El ruido blanco cuando se emite a un volumen bajo, puede servir como terapia para el tratamiento de los acúfenos, es decir zumbidos que percibimos en nuestro oído y que no existen en el exterior.
Los audífonos reproducen un ruido blanco de menor potencia que la del acufeno del paciente de manera que este se habitúa a escucharlo y consigue una disminución de la molestia.
Para intentar reconocer este tipo de ruido, puede asemejarse al que produciría una televisión no sintonizada, al ruido de la lluvia o al de las olas del mar. Su sonido puede crear una atmósfera de tranquilidad, relajando a las personas favoreciendo la concentración, por eso se aplica para encontrar una ambiente relajado para conciliar el sueño.
El segundo, el ruido rosa , como ya hemos dicho, es el que habitualmente se utiliza en los ensayos de aislamiento acústico en la edificación.
Para calcular el aislamiento acústico emitimos a través de una fuente sonora (fuente dodecaédrica omnidireccional = 12 altavoces) un ruido rosa que alcanza un nivel sonoro generalmente superior a 90 dBA de manera que el nivel de ruido emisor supera ampliamente el grado de aislamiento entre dos recintos. De esta forma el sonido transmitido al receptor llega con nitidez en todo el rango de frecuencias, permitiendo calcular el aislamiento acústico como diferencia entre el nivel sonoro emisor por frecuencias y el nivel sonoro receptor también por frecuencias.
Mientras que el ruido blanco es más silbante, el ruido rosa es más apagado.
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