Ecualización
Ecualizar (o EQ) es recortar o estimular frecuencias concretas (o un rango de frecuencias) en el espectro de frecuencias. Un ecualizador (EQ) divide este espectro en secciones (llamadas “bandas”), que se usan para recortar o aumentar partes de tu sonido.
La EQ se puede aplicar de dos formas diferentes, aunque igualmente útiles:
- Ecualización sustractiva
- Ecualización aditiva
La EQ sustractiva permite, entra otras cosas, reducir elementos no deseados de una grabación—como siseos o vibraciones, atenuar armónicos molestos, por ejemplo, en instrumentos percusivos como puede ser el caso de un tambor. Abusar de la EQ correctiva puede hacer que el sonido sea poco natural o verse distorsionado (pueden resultar distorsiones en el timbre, en la fase, etc.). Siempre hay que tratar de obtener la mejor grabación posible antes de ecualizar. Las habitaciones sin tratamiento acústico hacen que ciertas frecuencias resuenen de forma desagradable.
Cuando eliminas ciertas frecuencias mediante la ecualización sustractiva, aportamos más espacio libre a la mezcla, al eliminar las frecuencias innecesarias de los instrumentos individualmente, como por ejemplo, contenido en graves en una voz, en un tambor o en una guitarra (por supuesto, es sólo una generalidad que no siempre aplica; cada mezcla es única y requiere de distinto trabajo).
Además, al mezclar, el objetivo final es hacer que cada elemento encaje con el siguiente, de modo que encajen como una unidad cohesionada. Por ejemplo, intentar que un bajo y una guitarra acústica encajen bien puede significar eliminar las frecuencias bajas de la guitarra acústica para dejar espacio a la gama de frecuencias fundamentales del bajo.
La EQ aditiva permite situar correctamente cada instrumento en la mezcla, acentuando aquello que consideramos valioso de cada instrumento (por ejemplo, el cuerpo del bombo cerca de los 50-60 hz, el brillo de los platillos, por encima de los 10 - 12 k hz; el aire de las voces o de las guitarras en el espectro de los agudos, etc), crear sensación de distancia (elementos cercanos o lejanos de la mezcla).
La ecualización aditiva es maravillosa para aplicaciones creativas , ya que puede ayudarnos a hacer que una señal de audio sea más interesante para el oyente. Se puede usar la ecualización aditiva para acentuar los componentes de frecuencia de una señal y darle sonidos gordos, distintos o presentes. La mayoría de los sonidos tienen un "punto dulce", como 100 Hz en un bajo o 3kHz en un tambor, los 50 hz en un bombo, etc.
Si se pretende mejorar un sonido que crees que tiene alguna carencia , la ecualización aditiva es un buen enfoque también.
Hay varias razones para ecualizar en la mezcla:
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