El compresor
En el terreno del audio, un compresor es un procesador electrónico destinado a reducir el margen dinámico de la señal sin que se note demasiado su presencia. Esta tarea se realiza reduciendo la ganancia del sistema, cuando la señal supera un determinado umbral.
Un compresor
de audio es un equipo de audio, ya sea un plugin virtual o una pieza de
hardware, que se utiliza para reducir la distancia entre los sonidos más bajos
y más altos de una pista. La reducción de sonido como resultado de un compresor
se conoce como reducción de ganancia, y la adición de sonido de nuevo se conoce
como ganancia de compensación.
Los
compresores existen en varias variedades y se utilizan en casi todas las fases
del proceso de producción musical, lo que los convierte en un activo inestimable
para cualquier músico.
Tradicionalmente los compresores han sido equipos electrónicos de una o dos unidades de rack, pero desde hace algunos años han aparecido versiones software de los mismos (plug-ins).
Un compresor actúa de tal forma que atenúa la señal eléctrica en una determinada cantidad (medida normalmente en decibeles) y a partir de un determinado nivel de entrada. El objetivo es conseguir que la excursión dinámica resultante sea inferior a la original, proteger ciertos equipos frente a los posibles picos de señal o, si se trata de un sonido saturado, intentar disimular el error, entre otros usos.
El compresor trabaja para "reducir" el rango dinámico del sonido o instrumento al cual afecte.
En el campo de la música, su uso va desde aplicaciones para grabaciones musicales al sonido en vivo. Por ejemplo, es frecuente su uso para añadir más pegada al sonido, efecto que se consigue comprimiendo la señal para posteriormente aplicar una ganancia a la salida del aparato, lo cual suele disimular los posibles fallos de interpretación por parte del artista, al menos en cuanto al control dinámico se refiere.
Un compresor es muy recomendable (y con ciertos estilos musicales, indispensable) para cuando se utiliza un bajo eléctrico. El efecto de «slapping» (golpear las cuerdas con el dedo) produce picos de salida extremadamente altos (20 dB o 10 veces más que lo normal), que a bajos niveles de salida generan distorsión, y en altos volúmenes (como en recitales) pueden producir serios daños al amplificador, e incluso al altavoz (un exceso de «excursión» puede hacer que el altavoz se desgarre de su suspensión).
Incluso en el caso (teórico) de un sistema musical con un rango dinámico infinito, la diferencia, auditivamente hablando, utilizando o no el compresor es imperceptible. También es muy frecuente su uso en voces, ya que no todos los cantantes utilizan la técnica adecuada por lo que el nivel de señal varía constantemente.
Resumiendo, utilizamos el compresor, entre otras cosas, para:
- Mejorar la dicción del locutor en radiodifusión.
- Comprimir durante la masterización mejora la definición al sonido de la mezcla final.
- Proteger los equipos (altavoces).
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