La fase es la relación de tiempo entre dos o más ondas sonoras en un punto dado de su ciclo.
Se dice que dos ondas de la misma frecuencia están en fase cuando sus semiciclos de compresión (positivos) y descompresión (negativos) coinciden exactamente en el tiempo y en el espacio. Si se suman o superponen dos señales en fase y de igual amplitud el resultado será otra señal de la misma frecuencia pero del doble de amplitud. Se dice que dos señales están en contrafase cuando el semiciclo positivo de una coincide con el semiciclo negativo de la otra. Si se suman estas dos señales el resultado será una ausencia de señal. Estos son dos casos extremos, en la realidad lo más normal es encontrar sonidos de la misma frecuencia desfasados parcialmente entre sí, el resultado es una superposición de los dos sonidos que estarán a medio camino entre los dos. Si dos fuentes emiten a la vez un mismo sonido, y éste llega a un oyente situado entre las dos, la diferencia de fase entre ellas en el punto del oyente dependerá de la diferencia de distancia entre el oyente y cada fuente. Esta diferencia determinará para qué frecuencias se produce o no desfase.


En física, la fase indica la situación instantánea en el ciclo, de una magnitud que varía cíclicamente, siendo la fracción del periodo transcurrido desde el instante correspondiente al estado tomado como referencia.
Podemos representar un ciclo en un círculo de 360º, diciendo que «fase» es la diferencia en grados entre un punto sobre este círculo y un punto de referencia, una rotación de 360º es equivalente a un ciclo. Gráficamente, el valor que esta fase toma en un instante cero se denomina: fase inicial.
En un movimiento armónico simple; A es la amplitud y T es el período, dados dos instantes
y
, tales que
presentan la misma fase de la onda.
En sonido, cuando hablamos de señales más complejas todo se vuelve más difícil. La cancelación total es imposible porque dos ondas nunca son completamente iguales; sin embargo, lo que sí se cancela, sobre todo, son los graves, aunque los medios pierden mucha fuerza y en los agudos se produce un efecto llamado phaser, que suma unas frecuencias y resta otras.
La razón para que sí se cancelen los graves y no los agudos es la probabilidad: para que se cancelen dos ondas al completo, tienen que ser iguales y coincidir perfectamente los picos con los valles de otra, y, como hemos visto, es imposible, pero sí que sucederá la reducción de graves de forma notable cuando los valores negativos de una onda sean los valores positivos de otra. Los graves, al ser sus ciclos más largos, es decir, su periodo mayor, es más probable que coincidan en desfase, pero las agudas se componen por valles y depresiones mucho más repetidas y estrechas (menor periodo), por lo que la coincidencia es prácticamente imposible.
Los desfases se producen entre dos señales que, al provenir de diferentes micrófonos o instrumentos, es decir, diferentes impedancias, no tardan el mismo tiempo en hacer el recorrido entre entrada y salida, por lo que las ondas propias de cada señal pueden interferir entre sí por lo anteriormente explicado.
También pueden ser producidos por fallos técnicos, como pueden ser inversores de fase y procesadores mal ajustados o cables soldados de forma contraria a la que normalmente se emplea. A menudo los desfasajes son inaudibles y no molestan en la mezcla, o en la propia grabación, pero en otras ocasiones el desfase es perfectamente apreciable por la pérdida notable en la sección de graves.
La fase puede ser un problema de muy difícil solución en una grabación con varios micrófonos, sobre todo cuando microfoneamos baterías.
Si no tenemos en cuenta la fase no conseguiremos un sonido contundente, es decir, si el sonido del tambor entra por su micrófono y también por los micrófonos aéreos (overheads), la fase de estos tres micrófonos debe ser la misma, porque si no tendremos problemas de fase y perderemos fuerza en la gama de graves, sucediendo este contratiempo con cualquier interacción entre micrófonos.
Lo cierto es que los problemas de fase son algo bastante habitual y en la mayoría de los casos su apreciación se realiza con el oído, cuando sientes que el sonido no tiene graves sabes que está fuera de fase, aunque para darnos cuenta de esto de una forma mucho más precisa y profesional necesitamos un medidor de fase (algunos plug-ins lo incluyen).
Al saber que existe este desfase podemos optar por varias soluciones eficaces y fáciles de ejecutar, como redistribuir los micrófonos empleados de una forma sutil, cuando encontremos dos micrófonos fuera de fase debemos mover uno de ellos, un cambio de unos centímetros puede ser suficiente, probando poco a poco si los graves vuelven a recoger su brillo normal.
Comentarios
Publicar un comentario